Título: Nada
Título
original: Intet
Páginas: 156
Editorial: Círculo de
lectores
Año: 2006
<<Nada importa.
Hace mucho que lo sé
Así que no merece la pena hacer
nada.
Eso acabo de descubrirlo. >>
SOBRE LA
AUTORA
Janne Teller nació en 1964 en Copenhague. Macroeconomista
de formación, trabajó como mediadora en resolución de conflictos para la Unión
Europea y para Naciones Unidas. En 1995 cesó en su actividad para dedicarse
plenamente a la escritura. Novelista, autora de historias cortas y ensayos, su
obra, siempre marcada por profundas cuestiones filosóficas sobre el papel del
ser humano en el mundo moderno, no está exenta de polémica. La publicación en
el año 2000 de Nada causó en su
Dinamarca natal un gran revuelo, hasta el punto de ser cuestionada su conveniencia
como lectura juvenil. Con los años, la novela ha pasado a ser lectura
recomendada en los centros de enseñanza, se ha traducido a 13 idiomas y ha
obtenido distinciones tan prestigiosas como el premio del Ministerio de Cultura
de Dinamarca o el Prix Libbylit al mejor libro juvenil publicado en el ámbito
francófono. Jane Teller es autora asimismo de La isla de Odín (1999), Kattens
tramp (2004), y Kon (2008).
Actualmente vive a caballo entre Nueva York, París y Copenhague.
FONDO DEL
LIBRO
Con apenas 14 años, Pierre Anthon ha perdido
la ilusión por vivir. Ocurre el primer día del nuevo curso: mientras toda la
clase se dispone a atender al profesor, él abandona el aula y se sube a la rama
de un ciruelo. Desde allí proclamará a voz en grito que nada sirve para nada y
que no merece la pena hacer ni el más mínimo esfuerzo para cambiar las cosas.
En algún sitio ha leído que, si tu vida dura ochenta años, te pasas treinta
durmiendo, nueve haciendo los deberes y catorce trabajando. Nada parece hacerle
cambiar de opinión y cualquiera que se acerque a tratar de razonar con él se
arriesga a recibir un ciruelazo.
Pero sus compañeros de clase no piensan como
él y están dispuestos a demostrarle que en la vida hay cosas que realmente
importan. Para ello idean un plan: cada uno de ellos deberá entregar, a modo de
ofrenda, algo por lo que sienta auténtico apego. De este modo obtendrán un montón de significado con el que demostrar a Pierre Anthon que está
equivocado. En la pila de objetos que se amontonan un balón, un telescopio,
unas trenzas… Pero poco a poco las exigencias entre los compañeros se irán
haciendo más y más grandes, y el juego pronto se les escapará de las manos.
Entre la inocencia y la crueldad, una
escalada de consecuencias imprevisibles se irá apoderando de los niños, y
mientras siguen en su búsqueda del verdadero significado de la vida, algo
cambiará para siempre en el interior de cada uno de ellos.
OPINIÓN
PERSONAL
Cuando llegó este libro a mis manos fue
revelador porque provocó en mí desasosiego y tristeza al mirar su portada y,
después, leer su contraportada. ¿Estaba ante mí la verdad sobre la que el ser
humano siempre intenta enmascarar para crearse ilusiones vanas?
He tardado un año en aventurarme por fin a
leer esta novela filosófica. La he leído en una semana triste donde el tiempo
atmosférico gris y tormentoso acompañaba a mi estado anímico leyéndola. Bien,
en el anterior apartado ya cito sobre la trama del libro. En la novela hay dos
puntos de vista por un lado tenemos a Pierre Anthon que deja de luchar por la
vida porque, según él, nada importa y todos iremos a parar a la nada absoluta;
por otro lado, tenemos a sus compañeros de 7º curso que piensan y tratan de
demostrarle que hay cosas en la vida valiosas y que el conjunto de ellas forman
el significado.
Bastantes pasajes del libro son
desconcertantes porque te llevan a ponerte dentro de la mente de la
narradora-testigo de los acontecimientos. A través de los ojos de Agnes vemos
el desarrollo de los sucesos de manera lineal y gradual. Hay escenas que dan
pavor y miedo porque de algunos de los compañeros parece que se han apoderado
demonios. Cambian su conducta de inocente a cruel hasta llegar a un punto
macabro, sin compasión y escalofriante. Cada ofrenda aumenta el valor del
sacrificio.
Las respuestas de Pierre Anthon son las de un
filósofo y chocan con el plan de sus compañeros de tratar de convencerle de lo
contrario. Esto es motivo para ellos de desquicio mientras que a Pierre no le
importa nada, es más, se ríe de ellos.
Esta novela me ha hecho extrapolarla a otra
que también me marcó hace tiempo también por la forma de relatar y además por
la conducta sádica y macabra de los protagonistas en El señor de las moscas de William Golding. El final de amos libros
es terrible.
¿Quién ganará a quien en la novela en cuanto
a pensamiento y sentido de la vida? ¿Lograrán los compañeros que Pierre Anthon
valore el montón de significado que han logrado reunir? ¿Pierre Anthon seguirá
obcecado en su descubrimiento? Adelanto que el final es escalofriante y desde
que lo leí sigo meditando. He llegado a la conclusión que ambos puntos de vista
llevan razón y que son los que dan sentidos a la vida aunque sean antagónicos.
A continuación os escribo los fragmentos que
más me han gustado de este libro y que ellos también reflejen su esencia y os
creen curiosidad por leer la novela:
Y nos vociferaba.
-Todo da igual –dijo un día-. Porque todo
empieza solo para acabar. En el mismo instante en que nacéis empezáis ya a
morir. Y así ocurre con todo.
>> ¡La Tierra tiene 4600 millones de
años, pero vosotros llegaréis como máximo a los cien! –Chilló otro día-.
Existir no merece la pena en absoluto.
Y continuó:
-Todo es un gran teatro que consiste solo en
fingir y en ser el mejor en ello.
Página 12
-Entonces, Agnes –gritó Pierre Anthon-,
¿tanto te cuesta creer que nada importa? […]
-Si vivís hasta los ochenta, habréis dormido
treinta años, ido a la escuela y hecho los deberes cerca de nueve años y
trabajado casi catorce años. Como ya habéis empleado más de seis años en ser
niños y jugar, y después gastaréis, como mínimo, doce años en limpiar, hacer la
comida y cuidar a los hijos, os quedarán como máximo nueve años para vivir. –Entonces
lanzó una ciruela al aire que trazó un débil arco antes de caer pesadamente en
la cloaca-. Y todavía osaréis en emplear esos nueve años en fingir que tenéis
éxito actuando en este teatro sin sentido, cuando en lugar de ello podríais
disfrutar de esos años inmediatamente.
Página 23
El hedor me hizo recordar algo que Pierre
Anthon había gritado unos días antes:
-¡Un olor nauseabundo es tan aceptable como
un buen olor! […] Es a podrido a lo que huele. Y cuando algo se descompone se
está convirtiendo en algo nuevo. Y lo nuevo que se crea huele bien. Por eso no
hay diferencia entre algo que huele bien y algo que huele mal, los dos forman
parte del eterno carrusel.
Página 102
-Significado. -Asintió como para sí misma-.
Vosotros no nos habéis enseñado nada. Así que lo hemos aprendido solos.
Sofie fue enviada de inmediato al despacho
del subdirector.
Página 111
A Pierre Anthon le divertía.
-El significado es significado. Por tanto, si
en verdad lo hubierais hallado, seguiríais teniéndolo. Y la prensa de todo el
mundo seguiría estando aquí para intentar descubrir en qué consiste. Pero la
prensa no está aquí, ¡por tanto sea lo que sea lo que habéis hallado no es
significado por este, por supuesto, no existe!
Página 131