Resumen y sinopsis de El rapto del cisne
de Elizabeth Kostova
Cuando Robert Oliver, un renombrado pintor, intenta
destruir un cuadro exhibido en la Galería Nacional de Arte, la única
explicación que ofrece de su brutal acto, antes de caer en un silencio
insondable, es tan enigmática como incompleta: “Lo hice por ella”.
¿Pero quién es ella? El psiquiatra Andrew Marlow, convencido de que es capaz de hacer hablar hasta a una piedra, no consigue sacarle nada a su misterioso paciente. Impulsado por una curiosidad profesional que poco a poco va convirtiéndose en una irresistible obsesión, Marlow se embarca en una incesante búsqueda de respuestas que lo lleva a investigar a las mujeres de la vida de Oliver y a internarse en los perturbados paisajes de la mente del pintor.
Hasta que el encuentro de unas cartas de amor de más de un siglo de antigüedad le hace descubrir una historia oculta de dramáticas traiciones y pasiones secretas que había tenido lugar en la Francia de finales del siglo XIX, una tragedia en el núcleo del impresionismo francés que tal vez contenga la clave del misterio de Oliver.
Después del éxito mundial de La historiadora, que vendió más de un millón y medio de ejemplares. Elizabeth Kostova reaparece con su nueva y más esperada novela, un relato suntuoso y magistralmente construido que lleva al lector en un viaje a través de los siglos desde la costa de Normandía hasta los Estados Unidos, y desde el primer amor hasta el último, conjurando un mundo que nos habla de obsesiones, de amores imposibles, de la fragilidad del ser humano y de la fuerza del arte para trascender el tiempo.
¿Pero quién es ella? El psiquiatra Andrew Marlow, convencido de que es capaz de hacer hablar hasta a una piedra, no consigue sacarle nada a su misterioso paciente. Impulsado por una curiosidad profesional que poco a poco va convirtiéndose en una irresistible obsesión, Marlow se embarca en una incesante búsqueda de respuestas que lo lleva a investigar a las mujeres de la vida de Oliver y a internarse en los perturbados paisajes de la mente del pintor.
Hasta que el encuentro de unas cartas de amor de más de un siglo de antigüedad le hace descubrir una historia oculta de dramáticas traiciones y pasiones secretas que había tenido lugar en la Francia de finales del siglo XIX, una tragedia en el núcleo del impresionismo francés que tal vez contenga la clave del misterio de Oliver.
Después del éxito mundial de La historiadora, que vendió más de un millón y medio de ejemplares. Elizabeth Kostova reaparece con su nueva y más esperada novela, un relato suntuoso y magistralmente construido que lleva al lector en un viaje a través de los siglos desde la costa de Normandía hasta los Estados Unidos, y desde el primer amor hasta el último, conjurando un mundo que nos habla de obsesiones, de amores imposibles, de la fragilidad del ser humano y de la fuerza del arte para trascender el tiempo.
Reseña
Hacía tiempo que quería
leer esta novela. Me fijé en ella cuando me dedicaba a observar los estantes de
la librería y su portada me llamó la atención. Pensé que sería una historia de
mitología por Leda ya que es la imagen de la portada junto al cisne pero, cuál fue mi sorpresa al leer la contraportada, lo
citado más arriba, que hizo crecer aún más mi interés por ella.
El hecho de que se
conjugue pasado y presente en una novela me parece un gran recurso porque
mantiene en vilo la atención constante del lector por desentrañar la trama. El
inicio de la novela no puede ser más curioso dado que una persona ataque un cuadro
de una galería de arte, realmente, ¡es algo insólito! ¿Qué es lo que le lleva a
Robert Oliver a atacarlo? ¡Eh ahí el quid de la cuestión amigos! Ahí está el foco
principal en lo que versará la novela y dará pie a conocer más acerca de este personaje que,
desde un primer momento, será una tumba porque no dirá palabra. Para nuestro
psiquiatra Marlow será un reto conseguir desentrañar tan enigmático misterio
pero, al mismo tiempo, para él será una gran aventura porque conocerá a las
personas más allegadas de Robert y descubrirá que les une el arte. Y, además gracias a él, su vida mejorará muchísimo en
todos los aspectos sin que lo llegara a
sospechar.
Esta novela te permite
conocer a fondo la historia del arte sobre todo a partir de los Impresionistas
como Monet y Sisley. A mí ya me gusta de por sí y esto ha producido en mí un
deleite leyendo. En mi lectura he podido imaginar cómo es esta disciplina e
incluso zambullirme en el pensamiento obsesivo de un pintor que en la novela es
un personaje excéntrico pero de un talento extremo.
También he aprendido como
el amor va más allá del tiempo y de la edad. No hay barrera que impida que el
amor fluya.
En la novela convergen
aspectos tan claves como la escritura y la pintura en el tiempo porque
permanecen y nos dan información acerca de personas del pasado y hacen que
vivan en la memoria y tengan, al menos por un tiempo, fama póstuma.
¿Qué quiero decir con todo
ello? ¿Por qué os recomiendo esta novela? ¿Qué me lleva a pensar que os podría
gustar? Bien, pues el hecho de que la novela está bien estructurada
cronológicamente a los acontecimientos, se entremezclan bien el pasado y el
presente sin confusiones, se especifica bien cuando habla un personaje u otro,
el uso de la primera persona y la tercer persona son usados de manera magistral
y no te pierdes. En su conjunto crean en ti la necesidad de saber más y más,
cómo acabará, qué es lo que hace a Robert estar en silencio, quien es la
persona que pinta con tanta obsesión.
En fin, si te gustan las
historias sobre arte, historia, psiquiatría, aventuras y amor esta es tu
novela. No es un mero entretenimiento sino que aprendes mucho con su lectura.
Os adjunto también algunos
fragmentos de la novela que me han gustado bastante:
[…]
entonces, con el delgado y suave mango de madera entre mis dedos, me acordé de
mi futuro paciente, un pintor que, en lugar de pincel, había blandido una
navaja. Puse mi música favorita, la Sonata para violín en La de Franck y me
olvidé intencionadamente de Robert Oliver
Pág. 60
Te
he llevado conmigo en todo momento, musa mía, y he pensado en ti con asombrosa
viveza, no sólo en lo bella que eres y lo grata que es tu compañía, sino
también en tu risa, en tus más mínimos gestos.
Pág. 373
Las
personas cuyos matrimonios no se han derrumbado, o cuyos cónyuges mueren en
lugar de marcharse, no saben que los matrimonios que terminan raras veces
tienen un único final. Los matrimonios son como ciertos libros, una historia en
la que, al volver la página, crees que se ha acabado, y luego hay un epílogo, y
después de eso tiendes a seguir preguntándote acerca de los personajes o
imaginándote que sus vidas continúan sin ti, querido lector. Hasta que no te
olvidas de ese libro, estás atrapado tratando de resolver qué habrá sido de
esos personajes una vez que lo has cerrado.
Pág. 767
No
creo que los pintores tengan las respuestas sobre sus propios cuadros. Nadie
sabe nada de un cuadro, salvo el propio cuadro. En cualquier caso, un cuadro
debe encerrar alguna especie de misterio para que tenga algún valor.
Pág. 1101
Para terminar os adjunto
un vídeo donde la autora habla de su novela. Espero que también, a través de
sus palabras, haga crecer en vosotros la inquietud por desentrañar tan
enigmático misterio.
Saludos J
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